Con la voluntad de acercar la música al público infantil y juvenil, la Obra Social «La Caixa» en colaboración con el Teatro de La Maestranza de Sevilla, presentó ayer un ciclo de seis representaciones dirigidas a escolares con el montaje “La Cenicienta”, basado en la célebre ópera del compositor italiano Gioachino Rossini, y a las que se espera que asistan unos 9.000 alumnos/as. Dichos conciertos tendrán lugar los días 3, 4 y 5 de mayo con dos funciones diarias a las 10,00 y 12,00 horas.
Este montaje es una producción del Gran Teatro del Liceo y lleva el sello escénico de la Compañía Comediants, llevando a cabo una «curiosa, divertida, comprensible y original» obra.
Con la dirección musical de Stanislav Angelov y la dirección escénica de Joan Font, el concierto «La Cenicienta» es una idea diseñada especialmente para que los niños y jóvenes puedan descubrir el mundo de la lírica. Un joven reparto de cantantes, acompañados por un fagot y un piano, será el elenco artístico de esta versión reducida.
Desde nuestro Centro se ha organizado para que alumnos/as de 3º y 4º de Primaria, acompañados de sus profesores/as puedan asistir a esta actividad, la cual supone un reto pedagógico bastante importante.
“Dar a conocer, escuchar, sentir, descubrir la música: la ópera, el jazz, el rock, etc... Que los conozcamos, que podamos disfrutar y después que cada cual elija”.
Conchi Melero: Actividad pura, vivaracha, amable, alegre, atenta, eficaz... (ya lo dejo, pues engordar el ego de alguien no es sano ni para el "engordado" ni para nadie) Conchi que está abajo, día si, día no, con Paco Pó: que atiende las llamadas, que hace fotocopias a todo el que se lo pide , que abre la puerta por el telefonillo porque la portera no sé por qué no está, que atiende a padres/madres, a alumnos y alumnas que se van o entran, que cura en un momento dado una herida, un golpe, llama a los padres para comunicarselo... Ufff.
ResponderEliminarY encima, lleva la administración del Centro. El papeleo que, nadie aprecia pero que supone unas horas de trabajo que pocas personas valoran.
Pues bien, desde esta especial atalaya desde la que observa las cosas, da valor a nuestra cotidiana labor docente. Nos anima a seguir en nuestra trabajo con la entrega y falta de reconocimiento a la que ya estamos habituados,
Gracias Conchi.
Paco Pozo
4 de mayo de 2010 13:28